Síndrome compartimental de la pantorrilla
Síndrome compartimental

La parte inferior de la pierna está dividida en diferentes compartimentos, que son grupos musculares rodeados por una cápsula rígida. Cuando la presión dentro de un compartimento es demasiado alta, se habla de síndrome compartimental.

síndrome compartimental de la parte inferior de la pierna sección transversal de los músculos

Los compartimentos pueden encontrarse por todo el cuerpo, pero los de la parte inferior de la pierna son la causa más frecuente de dolencias.

Descripción de la afección

Los músculos de la parte inferior de la pierna están rodeados por una cápsula rígida, también llamada fascia. Un músculo o grupo de músculos acompañados de una fascia se denomina compartimento. Además de músculos, estos compartimentos también contienen vasos sanguíneos y nervios.

Cuando la presión dentro de uno o más compartimentos es demasiado alta, se habla de síndrome compartimental. El síndrome compartimental de la pantorrilla se caracteriza por dolor y una sensación de tensión en la pantorrilla. Los síntomas son el resultado de una presión excesiva en la parte inferior de la pierna, pantorrilla, que interrumpe la circulación y la inervación.

Como resultado de la interrupción del flujo sanguíneo y de la inervación dentro de un compartimento, los síntomas se experimentan en particular durante e inmediatamente después del esfuerzo. Se hace una distinción entre un síndrome compartimental agudo- y un síndrome compartimental crónico.

En la pantorrilla hay cuatro compartimentos, cada uno de los cuales contiene dos o más músculos. Estos músculos garantizan el movimiento del tobillo y del pie. El compartimento situado en la cara antero-lateral de la pantorrilla es el que causa más problemas.

Causa y origen

En el síndrome compartimental, la presión en el compartimento aumenta hasta tal punto que provoca síntomas. Este aumento de la presión dificulta el flujo sanguíneo e impide que los músculos funcionen correctamente.

Normalmente, estas dolencias se producen en personas que corren, patinan o caminan. Suele afectar a personas que de repente tienen que caminar mucho más que antes, como pueden ser los reclutas en el ejército. Como resultado, el músculo puede hincharse hasta el punto de que no pueda seguir haciendo ejercicio debido al dolor.

Los síntomas pueden haber estado presentes desde hace mucho tiempo, a veces durante años, y pueden presentarse en ambas piernas al mismo tiempo. Es lo que se conoce como síndrome compartimental crónico. Las personas con diabetes de tipo 2, insuficiencia venosa o pies caídos (sobrepronación) pueden tener mayor riesgo de padecer esta afección.

Cuando se desarrolla un síndrome compartimental tras, por ejemplo, una fractura ósea o la rotura de un vaso sanguíneo, se habla de síndrome compartimental agudo. A menudo se ven afectados varios compartimentos al mismo tiempo y deben tratarse en el hospital inmediatamente, ya que existe riesgo de necrosis.

Signos y síntomas

Las personas que padecen síndrome compartimental crónico sufren dolor y tensión de la pantorrilla que se produce cada vez durante y/o inmediatamente después de un esfuerzo, por tanto, deben interrumpir su actividad y guardar reposo para que desaparezcan los síntomas. Suele haber pocos síntomas cuando en reposo. Además, puede haber hormigueo o entumecimiento del pie.

Diagnóstico

El diagnóstico normalmente lo realiza el fisioterapeuta o un médico en base a una exploración física y al relato del paciente. Si aún existen dudas sobre el diagnóstico o si es necesario investigar la gravedad de la afección, se puede medir la presión de los compartimentos. Este examen consiste en pinchar el compartimento con una aguja fina e inyectar un poco de líquido para medir la presión. Esto se hace tanto en reposo como después de un esfuerzo para ver la diferencia de presión.

Tratamiento

El tratamiento no quirúrgico (conservador) puede consistir en corregir la desalineación del pie mediante una plantilla y enseñar una técnica de marcha diferente que alivie más las molestias en el compartimento afectado. Además, un periodo de reposo (relativo) reducirá los síntomas, tras lo cual se podrá volver a aplicar peso gradualmente.

La cirugía será la opción adecuada si la lectura de la presión es demasiado alta o si el tratamiento conservador previo no ha dado resultados satisfactorios. En esta operación, la fascia se abre para reducir la presión dentro del compartimento.

Tras la intervención, la herida tardará entre una y dos semanas en cicatrizar. Los primeros días la pierna estará vendada y tendrá que usar muletas hasta que pueda volver a soportar todo el peso de la pierna. Es importante empezar a moverse de nuevo lo antes posible, pero no se recomienda practicar deportes intensos en las primeras semanas. Después de eso, se podrá aumentar la carga de peso gradualmente. La recuperación llevará aproximadamente de 6 a 12 semanas.

Un síndrome compartimental agudo tras, por ejemplo, una hemorragia siempre requerirá cirugía para evitar la necrosis debido a la falta de flujo sanguíneo.

Ejercicios


Puede comprobar sus síntomas mediante el reconocimiento fisioterapéutico en línea o pedir cita en una consulta de fisioterapia de su zona.

cirugía del síndrome compartimental de la parte inferior de la pierna

Referencias
Hoogeveen, A.R. (2010). Mono-disciplinaire richtlijn. Chronisch compartimentsyndroom van het onderbeen. Bilthoven: Vereniging voor sportgeneeskunde.
Nugteren, K. van & Winkel, D. (2008). Onderzoek en behandeling van spieraandoeningen en kuitpijn. Houten: Bohn Stafleu van Loghum.

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